Nutrición y conflicto de interés en la academia
Otilia Perichart 3 , Juan A. Rivera 1 , Colaboradores del Código
NUTRI
Para combatir la desnutrición en todas sus formas, las acciones deben integrarse desde la sociedad en su conjunto. El principal interés de los actores involucrados en estas acciones debe ser la salud. Sin embargo, existen actores con conflicto de intereses que interfieren en el diseño, planificación, implementación y seguimiento de las políticas públicas de nutrición en salud. Con el fin de mitigar el efecto adverso que se derivan de estos conflictos, desde la generación de evidencia hasta el diseño e implementación de políticas, se propone este Código. Invita a la comunidad de nutrición y salud a adoptarlo, promoverlo y suscribirlo, y favorecer el avance de acciones y políticas sin injerencia de la industria para abordar el problema de la desnutrición.
En México, la desnutrición en todas sus formas es uno de los desafíos de salud pública más importantes. Por un lado, el país tiene una de las prevalencias de obesidad más altas del mundo entre todos los grupos de edad y los funcionarios no han podido controlarlo durante las últimas dos décadas. Por otro lado, la desnutrición persiste, especialmente entre los grupos vulnerables que requieren atención inmediata.1-6 Estas condiciones y las complicaciones que las acompañan están fuertemente asociadas con el consumo excesivo de ingredientes críticos, como azúcar, grasas saturadas y sodio agregado, que provienen de productos ultraprocesados.7-11 Se ha reconocido que las causas de la desnutrición en todas sus formas son complejas y, por lo tanto, requieren acciones intersectoriales. Sin embargo, los limitados recursos económicos y humanos disponibles en nuestro país suponen una barrera para la implementación de políticas integrales para abordar este problema12.
Como resultado, las acciones para modificar el entorno alimentario han avanzado lentamente, ya que el Código Nutricia: Nutrición y conflicto de interés en la academia Simón Barquera1, Nydia Balderas1, Estefanía Rodríguez1, Martha Kaufer-Horwitz2, Otilia Perichart3, Juan A. Rivera1, Colaboradores del Código NUTRICION *
(1) Instituto Nacional de Salud Pública,
(2) Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán ,
(3) El Instituto Nacional de Perinatología Isidro Espinosa de los Reyes requieren un esfuerzo sostenido de diversos sectores de la sociedad.
Un cambio fundamental que se necesita incluye el desarrollo de entornos alimentarios que faciliten elecciones saludables.13,14 Una cosa que ha obstaculizado el avance de políticas integrales de salud y nutrición es la interferencia de actores con conflictos de intereses; esto incluye interferir en el diseño, planificación, implementación y monitoreo de estas políticas.
1) Negar la evidencia científica;
2) desviar la atención de problemas reales hacia otros factores;
3) Retrasar la implementación de políticas contrarias a sus intereses económicos;
y 4) Dividir opinión financiando evidencias y datos a favor de sus intereses.15-19
En esta situación, los intereses económicos son la principal influencia.21
Los conflictos de intereses pueden involucrar a personas e instituciones.
A menudo, la industria de alimentos y bebidas ultraprocesados expresa interés en la salud y participar como aliado para combatir la desnutrición.
En la esfera pública, por lo general ejercen su influencia a través de grupos de fachada destinados a proteger sus intereses comerciales, como cámaras de comercio, organizaciones de la sociedad civil y cabilderos.
Además, tienden a invertir recursos en el desarrollo de estudios, cargos, acuerdos o en el apoyo a conferencias, eventos, asociaciones profesionales, líderes de opinión y estudiantes para que respalden sus productos y aumenten sus ventas22-28.
Esto último muchas veces se realiza sin la debida transparencia. en cuanto al tipo de financiamiento y el rol del profesional que lo recibe.29
En nuestro país existen diversos ejemplos de injerencia de la industria en el desarrollo de políticas de prevención de la obesidad.30 Entre ellos cabe destacar el caso del Observatorio Mexicano de Enfermedades No Transmisibles ( OMENT, acrónimo en español) que surgió como parte de la Estrategia Nacional de Prevención y Control de la Obesidad y la Diabetes, que contó con una fuerte participación de actores con intereses comerciales.25
En cuanto a su efectividad, y a pesar de su bajo conocimiento entre la población mexicana31-34. Un tercer ejemplo es en referencia a las pautas de alimentación escolar, donde la industria de alimentos ultraprocesados hizo esfuerzos significativos para evitar eliminar productos de las escuelas que no cumplieran con los requisitos establecidos. 22,23,35
Varios metaanálisis han documentado cómo la exclusión de estudios y posiciones producidas con este financiamiento cambia las recomendaciones de manera significativa36-41. Uno de los principales riesgos de generar este tipo de controversias en un tema crítico de salud es retrasar la implementación de políticas a costa de de salud. Este ha sido el principal obstáculo para lograr políticas de prevención de la obesidad en México en las últimas dos décadas22,24.
Consideraciones
El objetivo del presente Código es incentivar a los profesionales de la salud y sectores asociados al problema de la desnutrición a comportarse de manera ética, transparente y profesional ante la presencia de un potencial conflicto de intereses.
Sobre esta base, se proponen las siguientes medidas.
La siguiente declaración se conoce como el Código de Nutrición, Conflicto de Intereses y Academia Nos suscribimos a este código e invitamos a aquellos cuyo trabajo forma parte de la comunidad nutricional a adoptarlo.
Declaración
Como profesional de la salud y la nutrición, reconozco los desafíos que enfrenta México para combatir la desnutrición en todas sus formas e implementar acciones intersectoriales para contrarrestarla de manera efectiva.
Por estos motivos, me comprometo a evitar relaciones que puedan generar conflictos de
interés en mi comportamiento profesional.
Los profesionales de la salud que han suscrito este código invitan a la comunidad de nutrición y salud a promoverlo y unirse registrándose en el siguiente enlace: https:
http://www.babymilkaction.org/archives/26966
https://wphna.org/conflict-of-interest
https://www.firststepsnutrition.org/statements-and-reports
Postura de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición (SLAN) sobre el manejo de conflicto de intereses
Simón Barquera, D en CS,(1) Claudia Gabriela García-Chávez, M en C,(1) Deborah Navarro-Rosenblatt, M en C,(2)Ricardo Uauy, D en CS,(3) Rafael Pérez-Escamilla, D en CS,(4) Reynaldo Martorell, D en CS,(5)Manuel Ramírez-Zea, D en CS,(6) Karina Sánchez-Bazán, M en AP.(1
Resumen
Existe evidencia sólida de la existencia de relaciones entre la industria de alimentos y bebidas y la academia. Ésta sugiere que la investigación patrocinada por la industria es susceptible de conferir sesgos a su favor en los resultados. En América Latina, se han documentado ejemplos de estas situaciones en México, Brasil, Chile, Perú, Colombia y Ecuador, por citar a algunos países. Ante la necesidad urgente de estudiar y gestionar las relaciones entre la industria de alimentos y bebidas y el campo de investigación en salud y nutrición, en 2017 el Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición (SLAN) designó a un Comité de Conflicto de Intereses (CCI). El CCI tuvo la encomienda de hacer una propuesta de postura sobre manejo de conflicto de intereses (CDI) de la SLAN. El presente artículo refleja los trabajos del CCI y la postura que adoptó la SLAN
Ante la necesidad urgente de estudiar y gestionar las relaciones entre la industria de alimentos y bebidas y la academia, en 2017 el presidente de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición (SLAN) designó, por primera vez en la historia de la SLAN, a un Comité de Conflicto de Intereses (CCI). Éste tuvo la encomienda de analizar la literatura académica relevante respecto al tema, revisar las formas de identificación y gestión de conflicto de intereses (CDI) que otras organizaciones profesionales y organismos internacionales han implementado y, finalmente, hacer una propuesta de postura sobre manejo de CDI de la SLAN. La composición del Comité es la siguiente: Simón Barquera (presidente), Gabriela García (secretaria), Karina Sanchez Bazán (asesora), Hala Boukerdenna (observadora), Deborah Navarro (integrante), Ricardo Uauy (integrante), Rafael Pérez- Escamilla (integrante), Reynaldo Martorell (integrante), Manuel Ramírez (integrante). El presente documento refleja los trabajos del CCI y la postura que adoptó la SLAN, misma que el Comité Directivo 2015-2018 revisó, modificó y aprobó.
Antecedentes
El CDI en el campo de investigación en salud es un fenómeno bien documentado desde hace décadas, particularmente en el caso de la relación con la industria del tabaco y de la farmacéutica.1 En el ámbito de la nutrición también ha sido descrito,2,3por ejemplo, en lo relativo a acciones promocionales de productores y comercializadores de fórmulas para lactantes, quienes pretenden generalizar el uso de estos productos aun en detrimento de la salud de los lactantes.4 En las últimas décadas se han experimentado cambios importantes en los estilos de vida y en el sistema alimentario a nivel global; éstos han sido más pronunciados en Latinoamérica y han traído profundas implicaciones para la salud de la población. La sociedad ha transformado su entorno, el cual ahora es predominantemente urbano y sedentario,5 y con ello, han cambiado también sus patrones de alimentación.6,7 Como parte de esta problemática,8 diversos grupos de investigadores han identificado aumentos notables en el consumo de alimentos altos en su contenido de azúcares, sodio, grasas saturadas y grasas trans, como las bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados.9,10Los esfuerzos nacionales por reducir el consumo de alimentos poco saludables, regular la información que de ellos se comunica y reformular su contenido han encontrado con frecuencia oposición de la industria que los produce y comercializa.8,11 Entre las estrategias que dicha industria utiliza se encuentran: el fomento de relaciones con los profesionales de la nutrición y sus organizaciones e instituciones a través de apoyo y patrocinio a eventos académicos, aportación de fondos para investigación, donativos para infraestructura y formación académica, asistencia a congresos, reuniones e, incluso, participación en eventos sociales.12 Este fenómeno afecta a todo el sector salud, incluyendo sus organizaciones e instituciones. Con estas actividades, la industria logra un beneficio comercial de esas relaciones, mismas que se convierten, para sus interlocutores, en un interés distinto del primario, el cual radica en mejorar la salud.13
Existe evidencia sólida del estudio de estas relaciones que sugiere que la investigación patrocinada por la industria es susceptible de conferir sesgos a su favor en los resultados.14-16 Este fenómeno ha hecho indispensable que los investigadores comuniquen con transparencia sus relaciones con la industria, para que puedan ser tomadas en cuenta al preparar investigaciones similares y controladas en síntesis de literatura, revisiones sistemáticas y metaanálisis.17-19 Un reporte científico publicado recientemente ha causado gran preocupación al demostrar cómo la industria azucarera pudo sesgar la investigación en enfermedad cardiovascular, así como las recomendaciones y guías alimentarias en Estados Unidos, al haber patrocinado a investigadores que nunca declararon su CDI.15 Dado que la investigación patrocinada por la industria debe tratarse con ética y transparencia, actualmente corroborar los hallazgos de estos estudios con investigaciones libres de influencias comerciales se ha convertido en una práctica común. Las relaciones de la industria alimentaria y los grupos profesionales son comunes. No fue sino hasta hace relativamente poco tiempo –debido a los esfuerzos nacionales por disminuir las enfermedades crónicas–, que estas relaciones se volvieron notorias y problemáticas tanto para el sector académico como para el personal encargado de diseñar políticas de nutrición y salud.20 Esas relaciones tienen un importante potencial para afectar las decisiones y posiciones que toman los profesionales respecto a los productos que comercializa la industria. Se han documentado ejemplos de estas situaciones en México, Brasil, Chile, Perú, Colombia y Ecuador, por citar a algunos países Latinoamericanos.21-24 En noviembre de 2015, un grupo de investiga-dores y profesionales de la nutrición, miembros de la SLAN, preocupados por esta problemática y, en particular, por casos de una influencia inapropiada de la industria en el desarrollo de eventos académicos de nutrición –como el Congreso Internacional de Nutrición y el Congreso de la SLAN–, enviaron al presidente actual de la sociedad una petición para tomar medidas urgentes en esta sociedad dirigidas a reconocer, gestionar y prevenir CDI. Dichas medidas deben permitir que la agenda de investigación y los temas prioritarios que se discutan en eventos de la SLAN sean generados a partir de discusiones entre profesionales, y que se regule el financiamiento de proyectos y acciones a fin de evitar la influencia de grupos con intereses distintos a los objetivos de la sociedad. Fue en este contexto que, por indicación del presidente actual de la SLAN, se conformó una comisión para proponer un código de CDI, el cual permitiera transparentar las relaciones de la SLAN, así como las de sus socios, con la industria productora de alimentos y bebidas, nutracéuticos y medicamentos, que suele patrocinar diversas reuniones y eventos con intereses comerciales. Los objetivos de este código son:
• Establecer las normas y principios que regirán las relaciones internas y externas entre la SLAN y la industria alimentaria, farmacéutica, del tabaco y del alcohol, así como su participación en eventos académicos y patrocinio para la realización de simposios, congresos y otras actividades científicas.
• Transparentar la relación de los miembros de la SLAN y sus instituciones con la industria y su participación en trabajos y posturas académicas. La SLAN fomentará la difusión de estos lineamientos y recomendaciones en cada reunión para que sean bien conocidos y retomados por las sociedades locales, con lo que busca mantener una agenda de investigación latinoamericana motivada por problemas prioritarios de salud y no influenciada por intereses comerciales.
El resultado de esta tarea es una primera aproximación que deberá aprobarse y actualizarse de forma periódica por los miembros de la sociedad. Así, esperamos que esta propuesta contribuya a construir una cultura donde se prevenga el CDI y, cuando esto no sea posible, se declare y se gestione.
Este código deberá promover la adopción de estas prácticas a nivel local por los miembros de la SLAN, sus instituciones y organizaciones. Con ello se espera devolver una respuesta satisfactoria a la demanda de los miembros por una SLAN comprometida con la investigación como vehículo para mejorar la salud de la población.
Postura de la SLAN
La SLAN es una entidad sin fines de lucro, conformada por investigadores y profesionales de la nutrición. La finalidad de la SLAN es mejorar el estado de salud de las poblaciones, mediante la generación de conocimiento y su aplicación en el campo de la nutrición y la alimentación en América Latina y el Caribe. En el proceso de generación del conocimiento, la SLAN considera como deber fundamental proteger los principios de investigación objetiva con misión, así como las ideas, para el beneficio de la sociedad. Esto incluye la transparencia sobre el origen de la información y la administración de los recursos que se destinan a esta actividad.
La SLAN reconoce que los profesionales de la salud y las organizaciones en que trabajan o participan tienen relaciones con entidades externas, la cuales podrían representar intereses que están en conflicto o compiten con los principios de la SLAN.
Por ello, es necesario garantizar que las actividades, posturas y estudios que se propongan, analicen o discutan, se lleven a cabo con estándares de integridad, transparencia y conducta ética. Los Institutos de Medicina de EUA identifican como CDI a diversas circunstancias que aumentan el riesgo de que un juicio o acciones, con respecto a un interés primordial profesional, sean indebidamente influidas por un interés secundario.25 Es importante señalar que CDI no es sinónimo de corrupción, pero puede ser una ventana abierta a ésta.26 Los CDI tienen gran relevancia en el área de la alimentación, la nutrición y la salud, incluso más que en otras disciplinas, debido a los poderosos intereses económicos y al impacto que pueden tener en las decisiones sobre la salud y el bienestar de las poblaciones. Es necesario enfatizar que el propósito primor-dial de estas compañías es generar ganancias y no promover la salud pública, aun cuando en el discurso propongan algo diferente.12
La asociación de la industria con grupos de investigación, sociedades e instituciones del sector salud le proporciona legitimidad y credibilidad; asimismo, le permite, de esta manera, ganar lealtad de profesionales de la salud que actúan como líderes de opinión.1 Aunque el CDI no es sinónimo de fraude científico ni de mala praxis en investigación, existe suficiente evidencia para considerarlo una importante fuente de sesgos tanto en investigación como en el quehacer profesional.12,13,17,18,25
La forma usual de enfrentar el CDI es pre-venirlo y evitarlo; si eso no es posible, debe ser gestionado por las instituciones, en este caso la SLAN. Entre las estrategias para lograr lo anterior se debe difundir el código sobre CDI y sus lineamientos para garantizar que los miembros estén informados sobre la problemática y las reglas de la SLAN al respecto. Por lo tanto, deben hacerse públicos los intereses de los actores involucrados en toda acción, postura o estudio. La postura de la SLAN sobre la problemática de CDI se resume en los siguientes 12 lineamientos básicos, con los cuales se pretende prevenirla y establecer mecanismos para gestionarla. La Sociedad Latinoamericana de Nutrición:
1. Promoverá, a través de sus miembros, capítulos y sociedades, estos lineamientos, e impulsará su adopción en todos los niveles. Asimismo, promoverá una cultura de conocimiento y sensibilización respecto al CDI en nutrición y salud.
4. Garantizará que, al aceptar patrocinios, éstos se declaren públicamente.
5. Considerará en su proceso de revisión las prácticas empresariales a fin de evitar el patrocinio de empresas que se hayan opuesto a esfuerzos nacionales por mejorar el sistema alimentario, incluyendo regulaciones sobre el etiquetado nutricional, la publicidad de alimentos y bebidas dirigidas a niños y adolescentes e impuestos para reducir consumo de alimentos poco saludables.
6. Privilegiará como patrocinadores, donantes o apoyos potenciales, a productores locales de alimentos básicos saludables* u organizaciones que estén a favor de la alimentación saludable.
7. Asegurará que los patrocinios aceptados apoyen las temáticas, presentaciones, ponentes, conferencias y, en general, actividades propuestas o aprobadas por el comité científico de esta sociedad.
8. Supervisará que los patrocinadores eviten emitir mensajes “educativos” o “de entretenimiento” u “orientación” a los asistentes, sin previa consulta al CCI. En caso de dar regalos o material promocional, éstos tendrán que ser autorizados por el CCI
La primera diapositiva de sus presentaciones deberá contener dicha información. En el caso de posters (afiches, carteles) también se deberá incluir una declaración de intereses como parte del contenido.
10. Informará de manera periódica a los miembros y a la comunidad sobre las aportaciones, donativos, patrocinios, convenios, apoyos, etcétera, celebra-dos con la industria alimentaria o cualquier otro patrocinador. Este informe contendrá el nombre del patrocinador, el monto aportado y las actividades específicas y acuerdos para las cuales se haya destinado este monto, y se podrá consultar en una sección del sitio web de la SLAN, denominada Registro de Transparencia.
11. Formará un comité de profesionales de la nutrición que tendrá por objetivo proponer actividades educativas, incluyendo estudios de casos que permitan a sus miembros conocer más sobre aspectos de CDI. Además, tomará decisiones sobre controversias y dudas que puedan surgir y actualizará los presentes lineamientos de acuerdo con las necesidades de la sociedad y sus miembros.
12. De haber identificado un CDI, el comité de manejo de conflicto de intereses:
- 1) reconocerá el conflicto;
- 2) gestionará el conflicto y lo hará público;
- 3) propondrá al Consejo Directivo de la SLAN la suspensión o prohibición de la actividad cuando sea necesario, para proteger el interés público y el de la asociación.
En caso de que un potencial CDI sea identificado, pero por su naturaleza sea difícil emitir un dictamen sobre su gravedad y su requerimiento de suspensión de actividades, se buscará apoyo de organizaciones expertas en transparencia y rendición de cuentas para que emitan su opinión al respecto.
Este comité considera que los lineamientos identificados permitirán al consejo directivo de la sociedad tomar decisiones iniciales respecto a cómo proceder con patrocinadores potenciales. Debido a que este es un tema dinámico y que evoluciona constantemente, el comité reconoce que se requerirán ajustes de forma continua. Agradecimientos
Los autores agradecen a la Mtra. Hala Boukerdenna, oficial técnico de la Organización Mundial de la Salud, por su valiosa participación como observadora en las discusiones correspondientes a este tema, así como en la revisión del documento. También agradecen al Dr. Juan A. Rivera Dommarco, presidente de la SLAN, por la invitación a formar parte del Comité de Conflicto de Intereses de la SLAN y por su interés y compromiso con el tema. Su liderazgo hizo posible la adopción de esta postura. Información sobre el artículo Los miembros del Comité de Conflicto de Intereses de la SLAN hicieron la propuesta de la Postura sobre manejo de conflicto de intereses de la SLAN, misma que fue revisada, modificada y aprobada por los miembros del Consejo Directivo de la SLAN del periodo 2015-2018.