LACTANCIA MATERNA:
Un asunto
feminista. 1999
La lactancia
materna es un tema importante de las mujeres, de los derechos humanos y es un
asunto feminista porque la lactancia materna le da poder a las mujeres y
contribuye a la igualdad de géneros.
A la gran mayoría
de mujeres, la sociedad les niega el ejercicio de sus derechos. Las madres que desean amamantar a sus bebés
pero que no lo hacen, por que no tienen adecuado apoyo de la familia y de los
sistemas de salud o tienen obstáculos en los lugares de trabajo o reciben
desinformación por parte de la industria de alimentos infantiles, están siendo
atacadas en sus derechos.
Los grupos e
individuos interesados en luchar por los derechos de las mujeres y por los
derechos humanos, deben actuar para cambiar esta situación y para reconocer la
lactancia materna como un derecho de las mujeres.
Las mujeres se empoderan cuando se reconoce el valor,
tanto de su trabajo productivo como reproductivo.
Las mujeres nunca deben ser forzadas a escoger entre
su trabajo de madre y otros trabajos. Las condiciones que apoyan la lactancia
materna exclusiva son condiciones que reducen la subordinación de género ya que
contradicen las imágenes negativas sobre la mujer y enfatizan el valor del
trabajo reproductivo de las mujeres.
¿Por qué los grupos
de mujeres deben aportar tiempo y recursos a las campañas y programas de
lactancia materna?
1. la lactancia materna necesita cambios en la sociedad que mejoran la
posición y condición de las mujeres.
Apoyar la lactancia implica un cambio cultural y de
valores, donde la familia y la sociedad asuman sus responsabilidades.
2.
la lactancia materna aumenta la auto-estima de las
mujeres al incrementar su confianza en la habilidad que sólo ellas tienen para
llenar las necesidades de sus hijos e hijas.
3. la lactancia materna requiere que las mujeres tengan confianza en sí
mismas y suficiente auto-estima para proteger -en algunos contextos, para exigir- sus derechos,
incluyendo su derecho a amamantar. Las mujeres, con una auto-imagen
positiva están menos dispuestas a creer que "no
tienen suficiente leche o que su ésta es de mala calidad" y confían en
que su leche es insustituible.
La lactancia materna centra la atención en la
necesidad de asegurar la igualdad en la distribución de los alimentos y otros
recursos del hogar. Las mujeres que
amamantan requieren de nutrientes en mayores porcentajes que los hombres
adultos, por lo tanto, debe dársele prioridad a las mujeres que amamantan en la
distribución de los alimentos. En
algunas sociedades, las mujeres no reciben suficiente alimentación para
garantizar su propia salud y la de sus
hijos e hijas. El ejercicio del derecho
a amamantar exige que esta situación cambie.
4.
la lactancia materna confirma el poder de las mujeres
para controlar su propio cuerpo y reta al modelo predominante machista y a los
intereses comerciales que promueven el biberón.
La lactancia materna exitosa reduce la dependencia de las mujeres en la
profesión médica y en la medicalización de la alimentación infantil. La sabiduría que tienen las madres y las
parteras sobre el cuidado infantil y su alimentación, aumentan el valor
cultural y la importancia de éstas.
Cuando la lactancia materna se valora
ampliamente, los costos sociales y
sicológicos de amamantar son
considerados con cuidado. Los cuerpos
de las mujeres son finitos, y no pueden agotarse sin causar sufrimiento y
pérdida de sus capacidades productivas y reproductivas. La lactancia materna implica que las madres
necesitan el acceso a la alimentación adecuada, a los sistemas de atención en
salud y ambientes que las apoyen realmente.
5. la lactancia materna reta el modelo común de las mujeres como
consumidoras.
Como compradoras de fórmulas infantiles y biberones,
las mujeres no le dan valor a sus propias capacidades y buscan soluciones
comerciales, fuera de sí mismas, para la alimentación infantil. Los grandes esfuerzos que realizan los
productores de fórmulas infantiles, para expandir sus mercados, hacen que sus
campañas se dirijan a las mujeres como consumidoras.
La decisión de amamantar, es una decisión de no gastar
dinero en los sucedáneos de la leche materna y es expresión de un patrón de
consumo diferente, que se opone a que las mujeres se apoyen en los alimentos
costosos, producidos industrialmente.
Por el contrario, amamantar es un acto natural y gratuito.
6.
la lactancia materna enfrenta al punto de vista de que
los senos son principalmente objetos sexuales.
¿Cómo es esto, de que el pecho está definido
principalmente como un objeto sexual para el placer masculino y no como una
fuente de satisfacción para las madres y para hijos(as)?
La industria del sexo y de la belleza han logrado
promocionar la imagen de que las mujeres no deben amamantar en público. Las mujeres son tratadas como objetos
sexuales cuando se promueve la utilización de los biberones y la represión y
miedo a exponer los pechos en público, o cuándo se impulsa a las mujeres a usar
el biberón bajo el mito de que sus pechos se puedan desfigurar.
Los miedos de las mujeres se confirman cuando en Norte
América son arrestadas o se les pide que
dejen los lugares públicos por estar amamantando abiertamente.
Gracias a los esfuerzos de miles de mujeres
activistas, ahora las madres que amamantan defienden sus cuerpos como suyos y
se rehusan a ser tratadas como objetos sexuales. Por doquier, cada vez encontramos más
mujeres, orgullosamente amamantando en público.
la lactancia materna requiere de una nueva
definición
7. del trabajo de las mujeres; una que esté más realísticamente integrada a
las actividades productivas de las mujeres.
En la división sexual del trabajo, el cuidado infantil
generalmente recae exclusivamente sobre los hombros de las mujeres. Son las mujeres quienes tienen la capacidad
de proveer alimento a sus infantes, asegurándoles su auto-confianza y la
supervivencia infantil durante los primeros meses de vida.
Las madres dan a luz y producen leche.
Si el trabajo de amamantar se valora como un trabajo productivo y no
como una "tarea" de las mujeres, entonces deben crearse mejores
condiciones para lograr una integración exitosa con las otras actividades que
realizan las mujeres.
Esto implicará cambios en la legislación para ofrecer,
a las madres que además trabajan fuera del hogar, permisos por maternidad y
para que amamanten, guarderías infantiles y otras estrategias que necesitan las
mujeres que realizan doble o triple jornada laboral. Una definición de trabajo, centrado en la
mujer, debe considerarse y debe tomar en cuenta la importancia social de la lactancia materna.
la lactancia materna
fomenta la solidaridad y cooperación entre las mujeres; en el hogar, en la
comunidad, en los niveles nacionales e internacionales 7. En los hogares, muy a menudo las mujeres trabajan
juntas para compartir el cuidado infantil y otras responsabilidades. Otros miembros de la familia pueden jugar un
papel muy importante en apoyar a las madres ofreciendo consejos sobre lactancia
materna y apoyándolas con las tareas del hogar, asegurándoles descanso y una adecuada
nutrición.
Internacionalmente, las mujeres como personas
individuales y como miembras de las organizaciones de consumidores y de salud,
han hecho cabildeo frente a los gobiernos para defender la lactancia materna y
para proteger sus decisiones de los intereses comerciales que anteponen las
ganancias al bienestar materno infantil.
Estas campañas, en contra de la promoción de las fórmulas infantiles y
biberones, han movilizado a las mujeres en todo el mundo y han logrado unir a
distintos sectores populares para re-descubrir, que las mujeres en los países
en desarrollo y en vías de desarrollo, enfrentan problemas muy similares.
Las coaliciones, entre las mujeres de los países
desarrollados y en desarrollo, sobre temas como la lactancia materna, son
oportunidades para empoderar a las mujeres y para identificar los problemas
comunes que limitan el poder de las mujeres y el ejercicio de los derechos
involucrados en la crianza de sus hijos e hijas.
Los hombres juegan un importante papel en ayudar a
cambiar estas condiciones y en cambiar sus propias actitudes hacia la lactancia
materna y al trabajo que realizan las mujeres.
Está claro que solo las mujeres
pueden amamantar, pero está más claro aún, que los hombres y parejas pueden ser
igualmente responsables del cuidado infantil y de las tareas del hogar.
PALABRAS Y ACCIONES
El significado del término feminista implica el
preguntarse a continuación, ¿qué pueden
hacer los grupos de mujeres?
·
Realizar campañas para que se apoyen las políticas que ayudan a las
madres que amamantan.
·
Unirse al cabildeo frente a las comisiones nacionales de mujeres y sobre
la condición de la mujer, para que incluyan la protección de la lactancia
materna en sus planes de acción.
·
Realizar boicots contra las empresas que propagandizan los pechos de la
mujer como herramientas de publicidad y de consumo.
·
Defender el derecho que tienen las mujeres a decidir sobre su propio
cuerpo.
·
Defender el derecho de todas las mujeres, a tomar decisiones informadas
y libres de presión, sobre alimentación infantil.
·
Apoyar la restauración de culturas de amamantamiento y de los sistemas
de apoyo a las mujeres embarazadas y lactantes.
·
Fomentar ambientes de apoyo a las mujeres lactantes en el hogar,
familia, comunidad, lugares de trabajo, sistemas de salud y sociedad en
general.
·
Asegurarse de las
bebés mujeres sean amamantadas y reciban
alimentos complemen-tarios adecuados, en igualdad de oportunidades que los
bebés varones.
·
Promover que artistas pinten, fotografíen, escriban poemas y obras de teatro, etc., celebrando el poder de la maternidad y de la
lactancia materna y realzando la belleza de los pechos.
·
Atraer a las madres que amamantan a las reuniones de mujeres y
seminarios y hacia los centros de cuidado infantil.
·
Instar el que las mujeres claves del sector publico apoyen la Semana Mundial
de Lactancia Materna e incluyan los mensajes pro-lactancia materna en sus
discursos.
¿Cómo la lactancia
materna encaja entre otros asuntos de las mujeres?
DERECHOS HUMANOS
Centrando la atención en apoyar a las mujeres para que
amamanten, nos dirigimos al derecho de las mujeres a mejorar su condición
social y económica ya que esto es necesario para una lactancia materna
exitosa. Cualquier violación de los
derechos de las mujeres a amamantar es una violación de los derechos de las
mujeres.
SALUD REPRODUCTIVA
La lactancia es parte integrante del ciclo de
reproducción femenina. El derecho al
acceso a los sistemas de salud y la calidad de los servicios implica
necesariamente la creación de sistemas reales de apoyo y protección a lactancia
materna y que los sistemas de atención estén libres de presiones comerciales.
Prepararse a la lactancia durante el embarazo y
amamantar, son pasos en la recuperación del propio cuerpo y del derecho a
decidir sobre el mismo. Además,
amamantar ayuda al espacimiento entre
embarazos y reduce los riesgos de cáncer de ovario y de pecho.
VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES
Las mujeres embarazadas y que amamantan son
particularmente vulnerables y sujetas de abuso.
Los obstáculos a la lactancia materna, como las
prácticas hospitalarias inapropiadas y la promoción de las fórmulas infantiles,
son algunos ejemplos de la violencia que se ejerce contra las mujeres. El no recibir el apoyo adecuado no es
generalmente algo pasivo. Casi siempre
es una forma activa de desprecio y agresión contra las mujeres, tanto a nivel
del hogar como de los sistemas de salud y sociedad.
Los grupos de apoyo entre mujeres para combatir la
agresión doméstica intra-familiar y social son espacios importantes, también para muchas mujeres embarazadas o
lactantes. Las campañas de prevención de
la violencia contra las mujeres pueden ser una vía muy útil para educar sobre
las necesidades particulares de las mujeres embarazadas y lactantes.
LA HERMANDAD ES
PODEROSA
Los grupos de apoyo madre a madre y en general, los
grupos de apoyo entre mujeres son una escuela para la vida y un regalo
importantísimo que unas mujeres pueden darse unas a otras.
LA EDUCACION
ADECUADA
Las mujeres con mayores niveles de educación son más
propensas a amamantar. La educación
empodera a las mujeres y las estimula a hacer preguntas y a retar a los
sistemas de salud, y a exigir ambientes que apoyen la lactancia materna.
También algunas tradiciones culturales que apoyan la
lactancia son escuelas de vida que ofrecen importantes lecciones a seguir.
MUJER Y TRABAJO
Conforme las mujeres ingresan al mercado laboral
formal y construyen su propio espacio, aumentan su poder y están demandando
facilidades para el cuidado infantil y oportunidades para trabajar fuera del
hogar y continuar amamantando.
Esto reta a las estructuras laborales centradas en la
fuerza laboral, hasta ahora predominantemente masculina. Implica el re-planteamiento de la
organización laboral para abrirse a las necesidades de sus nuevas integrantes. Porque, amamantar no tiene nada que ver con
políticas conservadoras y tradicionalistas, mucho menos con la imagen de la
madre sentada en casa dando el pecho y amarrada a la cuna y a los pañales del
bebé.
La realidad actual, es la de millones de mujeres que
trabajan dentro y fuera del hogar. Y
amamantar sigue siendo un derecho de todas.
Por esto, la lactancia materna reta a los modelos de organización actual
y es una herramienta importante para lograr la igualdad de oportunidades para
todas las mujeres.
Es importante:
·
exigir que las autoridades políticas se pongan a disposición de los
grupos de mujeres para redactar legislaciones sobre amamantamiento y para que
realmente tengan la defensa de los derechos de las mujeres como punto de
partida;
lograr
mecanismos para la igualdad de oportunidades formal pero también para la
igualdad real
Es vital que se legisle sobre derechos básicos como
los permi-sos pagados de maternidad y de lactancia por al menos 6 meses,
intervalos en los horarios de trabajo para amamantar, tiempos y espacios para
exprimirse la leche en los lugares de trabajo, creación de centros de cuido
infantil, etc. Y también, sobre jornadas de trabajo y horarios flexibles,
opciones de trabajar por resultados y sobre otras posibilidades que se adapten
al doble papel que tienen casi todas las mujeres hoy en día: trabajadoras del
hogar y trabajadoras asalariadas. También es importante comenzar a reconocer
que muchas tareas sociales, como la construcción de viviendas populares, de
asentamientos humanos, infraestructura comunal, educación no formal, están
recayendo cada vez más en la organización comunal y dentro de ésta, en las
mujeres. Hablamos ahora de triple
jornada laboral.
Necesitamos un cambio de actitudes que fomente el desarrollo de estrategias para
que las políticas se definan en marcos que no predeterminen la vida de las
mujeres, haciéndoselas más difícil aún.
Necesitamos definir acciones para contrarrestar los efectos negativos de
algunos empleadores que amenazan a las mujeres con despidos si ejercen sus
derechos de maternidad y de amamantamiento. También, las campañas pro lactancia
materna deben tomar en cuenta y defender realmente los derechos, tanto de sus
niños y niñas, como de las madres y mujeres.
Ninguno puede darse a costa del otro.
Ambos van de la mano. Juntos,
para alimentarse mutuamente.
Las mujeres organizadas son la punta de lanza de un
movimiento social y popular que involucra también a cada vez más hombres; todos
y todas por una sociedad que abra puertas a la esperanza y que permita
relaciones de respeto y armonía entre los seres humanos y con la naturaleza.
Documento
traducido y adaptado al español por CEFEMINA para el
Proyecto Regional de IBFAN América Latina y del Caribe, con el apoyo de GIFA. Esta publicación recibió apoyo financiero
externo. Esto no compromete a los patrocinadores con los contenidos expresados
que son responsabilidad de los autores y autoras. Sus artículos pueden ser
reproducidos o traducidos sin previa autorización siempre y cuando se cite la
fuente.
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